Guía completa sobre los gastos deducibles en el Modelo 130: optimiza tus impuestos

Cuando llega el momento de presentar el Modelo 130, muchos autónomos se preguntan: ¿qué gastos puedo deducir para reducir mi carga fiscal? Esta pregunta es esencial, ya que el desconocimiento o una mala gestión puede llevar a pagar más impuestos de los necesarios o, peor aún, a cometer errores que atraigan una inspección fiscal. En esta guía, desglosamos todo lo que necesitas saber sobre los gastos deducibles en el Modelo 130.

FISCAL

Diego Miguel Rodríguez Godino

12/4/20243 min leer

¿Qué es el Modelo 130?

El Modelo 130 es una declaración trimestral que los autónomos deben presentar para liquidar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En él, se calcula el beneficio neto de la actividad (ingresos menos gastos) y se aplica un porcentaje, generalmente el 20%, como adelanto del IRPF anual. Este modelo está dirigido principalmente a aquellos autónomos que no facturan el 100% de sus ingresos con retención de IRPF (por ejemplo, en trabajos con clientes particulares o empresas extranjeras). Si es tu caso, debes prestar especial atención a los gastos deducibles, ya que estos reducirán la base imponible y, por ende, los impuestos a pagar.

Requisitos clave para deducir un gasto

No todos los gastos que realizas son deducibles. Para que un gasto pueda ser incluido en el Modelo 130, debe cumplir con los siguientes criterios:

1. Relación directa con la actividad económica:

El gasto debe ser necesario para el desarrollo de tu negocio. Esto incluye desde materiales hasta servicios esenciales para tu actividad.

2. Justificación documental:

Es obligatorio contar con facturas completas (no valen tickets) en las que se detallen los datos del proveedor y del autónomo.

3. Registro contable:

Todos los gastos deben estar anotados en tus libros de contabilidad o en los registros fiscales correspondientes.

Principales categorías de gastos deducibles

1. Consumos relacionados con la actividad

Esta categoría incluye la compra de mercancías, materias primas y otros productos necesarios para tu negocio. Por ejemplo, si eres diseñador gráfico, las licencias de software o equipos informáticos entrarían en esta categoría.

2. Gastos de personal

Si tienes empleados, sus sueldos, cotizaciones a la Seguridad Social y otros gastos relacionados, como indemnizaciones, son deducibles. Además, si contratas servicios externos, como freelancers, también puedes deducir los honorarios pagados.

3. Cuotas de autónomos y seguros

La cuota mensual que pagas a la Seguridad Social es deducible en su totalidad. Lo mismo ocurre con los seguros relacionados con la actividad, como un seguro de responsabilidad civil.

4. Alquileres y suministros

Si trabajas desde un local alquilado, puedes deducir el coste del alquiler, así como los suministros como agua, electricidad o internet. Si trabajas desde casa, es posible deducir un porcentaje proporcional al espacio utilizado para la actividad profesional. Por ejemplo, si dedicas una habitación exclusivamente a tu negocio, puedes deducir ese porcentaje sobre los gastos totales del hogar.

5. Transporte y vehículos

Este es uno de los aspectos más polémicos y restringidos. Solo se pueden deducir los gastos de un vehículo si está exclusivamente afecto a la actividad profesional. Esto incluye combustible, seguros, mantenimiento y peajes. Si el vehículo tiene un uso mixto (personal y profesional), las deducciones estarán limitadas y deben justificarse cuidadosamente.

6. Formación y suscripción a herramientas

Cualquier curso, taller o programa de formación que esté relacionado con tu actividad es deducible. También puedes incluir las suscripciones a plataformas digitales, software o herramientas necesarias para tu trabajo.

7. Tributos

Impuestos como el IBI o el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) son deducibles. Sin embargo, las multas y sanciones no lo son.

8. Gastos financieros

Intereses de préstamos y comisiones bancarias vinculadas a tu negocio pueden incluirse como deducibles.

Suministros en el hogar: una deducción especial

Para los autónomos que trabajan desde casa, como muchos profesionales digitales, esta es una deducción importante. Según la normativa, puedes deducir el 30% de los gastos de suministros (electricidad, agua, internet, etc.) sobre el porcentaje de la vivienda destinado a la actividad económica. Por ejemplo, si utilizas un 20% de tu vivienda como despacho profesional, podrás deducir el 30% de ese porcentaje sobre los suministros totales.

Errores comunes al declarar gastos deducibles

1. Confundir gastos personales con profesionales:

Es fundamental separar las cuentas personales de las de tu negocio. No deduzcas, por ejemplo, la factura del móvil completo si también lo usas para llamadas personales.

2. Falta de documentación:

No tener una factura completa o incluir tickets como prueba puede causar problemas en una inspección.

3. No actualizarse con la normativa:

Las leyes fiscales cambian constantemente. Lo que era deducible hace un año podría no serlo ahora.

Consejos para aprovechar al máximo tus deducciones

Usa un software de gestión: Herramientas que puedan ayudarte a llevar un control preciso de tus ingresos y gastos, además de generar informes para el Modelo 130.

Consulta con un asesor fiscal: Aunque supone un coste, te ayudará a evitar errores y optimizar tus impuestos.

Planifica con antelación: No esperes al último día para recopilar tus facturas y datos; lleva un control mensual para evitar contratiempos.

En Nilex Consultores, sabemos que optimizar tus impuestos puede ser un desafío. Somos expertos en fiscalidad está aquí para ayudarte a gestionar tus declaraciones, identificar todos los gastos deducibles y asegurarte de que cumples con la normativa sin pagar ni un euro de más.